sábado, 19 de septiembre de 2015

¿Realmente existen los hombres infieles?

Encontré esto publicado entre mis amistades (todas mujeres) que tengo en Facebook y me llamaron mucho la atención sus comentarios... por mencionar algunos: "hagámonos responsables de nuestros actos", "aceptemos nuestra parte de responsabilidad cuando pasa esto en una relación", "cosas que no debemos permitir"... y algunas cosas similares.

Cuando yo lo leí, por las experiencias de vida que he logrado gozar a plenitud, me doy cuenta que muchas de las cosas que aquí dicen son ciertas, aunque frías y directas, sólo agregaría algo al título: "no existen hombres ni mujeres infieles, sólo consecuencias de nuestros actos".

DICHO POR UNA MUJER:
No existe hombre infiel y de eso estoy totalmente segura!! Existimos mujeres tan rutinarias, con mal carácter y poca comprensión, que nos encargamos de hacer que ellos se aburran de nosotras, mujeres que olvidamos las cosas básicas como los besos; un almorzamos juntos, vamos a comer helados, vamos a cenar, hoy salimos a la piscina, vayámonos a pasear solitos, hoy salimos a dar una vuelta; olvidamos el dulce sabor de un beso sincero, pecamos al querer estar solas con las amigas, o nos entregamos al trabajo, o al cuidado de los hijos, no nos arreglamos, y despreocupamos a la pareja, pecamos al no desear lo que otras si desean en secreto, mujeres que olvidamos que el amor es un arte que día a día hay que cultivar, conquistar y cosechar. 


Hay que dar para recibir y no esperar que sea el hombre que nos de todo, ¿por que somos desiguales queriendo muestras de amor, o que solo sean ellos cariñosos con nosotras?, somos mujeres machistas, mujeres que cometemos el error de dejar que sean otras mujeres quienes dibujen sonrisas en el rostro de nuestro hombre. 
Una verdadera mujer no es aquella que fantasea pensando en otros hombres, ni que coquetea descuidando a su hombre o es exhibicionista para el resto. "Quien No cuida a su bombón se le suben las hormigas!!"

En pláticas de chicas a veces solemos escuchar o quejarnos incluso de cómo ha cambiado el novio o el esposo y siempre va acompañado de lo que él hace o ha dejado de hacer, lo que ya no procura, lo que el "susodicho" en cuestión ha descuidado, pero en que momento nos damos un respiro y miramos con sinceridad hacia atrás para ver que acción personal provoca ese efecto en el otro, si al menos nos permitiéramos observar nuestras acciones, que han llevado a nuestros  compañeros a ese punto, todo sería diferente.  
Quizás veríamos que no debemos descuidar nuestra apariencia, una mujer limpia, perfumada, arreglada y pulcra, independientemente del peso o la talla, será una mujer que despierte el deseo de voltear a mirarla.  
Una mujer culta, preparada, que se esfuerza por ser alguien en la vida y tener una vida, no vivir sólo para atender al "hombre ideal", es una mujer deseable ante los ojos de un hombre, porque es independiente y virtuosa en muchos aspectos. 

Una mujer que dedica una sonrisa espontánea, una mirada a los ojos que permita a la pareja perderse un instante en ella, que regala una caricia inesperada, disfruta de una conversación interminable en una sobremesa con el hombre de su vida... es una mujer que actúa en cada momento con amor y procura a la pareja, personas así derriten un corazón de hierro, logran que el hombre que forma parte de su espacio añore pasar tiempo a su lado porque se siente comprendido, escuchado, aceptado, querido y en especial, se siente seguro de ser él mismo.

Una mujer que después de mucho tiempo de relación o de años de casados sigue teniendo esos "detalles" especiales de pareja: una cena romántica, un postre preferido, un disfrutarnos en la intimidad con todo el tiempo del mundo, charlar en cualquier oportunidad con entusiasmo y pasión sin contar lo minutos, sorprender con el baby doll o un baile sensual y mil cosas más que pueden dejar a los hombres con la boca abierta y el deseo por los cielos; es una mujer que se encuentra en una relación donde ambas partes se sienten cómodas, disfrutan simultáneamente y entre carcajadas y sueños viven intensamente el momento de gozo que les proporciona esa linda compañía.

Una mujer que procura tener siempre un aliento rico, un aroma agradable para perderse en unos labios deseosos, expresivos y faltos de besos interminables y apasionados, una mujer que busca ese beso que dice más que mil palabras puede lograr en el hombre más de lo que se imagina... un hombre que se siente deseado es un hombre pleno porque cumple con un aspecto importante en su naturaleza, la confirmación de que es capaz de provocarnos y satisfacernos.

Cuando mis amigas me cuentan sus penas de amores y ellas mismas se dicen "que hice mal", "en que fallé", "porque no funcionó" o cuando por el contrario, se quejan que si el marido o el novio mira a otras mujeres, anda de loquillo mensajeandose con una golfa, le encontraron la notita, la cartita, el labial en la camisa, el aroma de shampoo de hotel... me llega a la mente algo que no puedo evitar decirles: "¿Y porque te la pasas quejandote, culpandote o fijandote en lo que él hace y no pones atención a lo que tú estas haciendo? 
Si todas esas energías que gastas en: auto-flagelarte, andarlo persiguiendo, espiando, buscándole en el mail o celular alguna pista de que te engaña,  las invirtieras en tí, pensando en tí para después vivir por él, te aseguro que todo, absolutamente todo sería muy diferente".

Invierte tiempo en tú cuidado, crecimiento personal, sueños, deseos, tu vida para sentirte satisfecha y lograr la auto-aceptación. Esa dedicación personal te traerá como consecuencia un semblante relajado, mejor carácter, ideas innovadoras y atractivas para reconquistarlo, hacerlo sentir especial y bien a tu lado; te permitirá demostrarle con cada acción y momento juntos que no necesita nada más porque todo lo tiene contigo, lo cual provocará él tenga el deseo de regresar antes a casa porque sabe que ahí lo espera la mujer que lo derrite, que lo hace sentir en la cima del cielo sólo con su trato y sus detalles.

Cuando uno pierde de vista el ¿qué hace y que ya no hace él? y se enfoca en ¿qué hago yo y cómo hacerlo mejor?, si vivimos y dejamos vivir, nos entregamos con pasión y locura, sorprendemos en la mínima oportunidad, conquistamos con cada acción y detalle... dejaremos siempre la puerta abierta de un paraíso atractivo para que esa persona especial quiera entrar en ella y se esfuerce por permanecer ahí. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario