miércoles, 24 de junio de 2015

Cosas que sólo nosotras entendemos... mujeres que "odiamos" arreglarnos

Encontré este post por ahí en algún sitio y me encantó en cuanto lo leí, me identifiqué completamente con él, a veces existimos mujeres "fuera de serie" que incluso en moda vamos a contracorriente de lo que debería ser... Se muestran aquí algunas cosas que sólo "nosotras" podemos comprender:

Generalmente las mujeres gozan de un amplio sentido en cuanto a moda se refiere, y es que cómo negarte a adorar un par de zapatillas o un bolso que haga juego con ellas. La moda simplemente es algo con lo que convivimos día a día. Aunque existimos otras mujeres que no nos preocupamos por tener estilo y sobre todo lo posible sobre la moda. Estamos hablando de las mujeres que no nos preocupamos por maquillarnos diariamente (sólo en aquellos momentos especiales) o por lucir arregladas siempre, pero aún así somos bellas y mostramos nuestra personalidad al natural y simple. Eso nos hace sentir plenas y felices, no nos intimida en absoluto.

Aquí hay 19 cosas que sólo las mujeres con poco sentido de la moda entenderemos...

1. Nuestros peinados son simples: suelto, chongo y cola de caballo. 


 2. En tu guardarropa hay unos zapatos que combinan con el 95% de la ropa que usas


3. Tu mejor atuendo: camisetas y jeans
4. ¿Qué vas a usar hoy? Fácil, los jeans y la camiseta que encuentres primero y los zapatos que siempre combinan. ¡Listo!


 5. Definitivamente amas los vestidos de playa. Son geniales porque parece que te esforzaste en arreglarte. Nos referimos a todo tipo de vestidos simples con los que luces bien en verano.


 6. Tu estilista debe saber que sólo necesitas un corte fácil. Tu idea de arreglarte el cabello consiste en que requiera poco cuidado, aunque si estás de buen humor te colocarás un broche o una banda sobre el cabello. 


7.  El maquillaje puede ser aterrador para ti. Conoces lo básico y quizá te apliques un poco de base de maquillaje antes de salir con brillo labial, pero definitivamente desechaste la idea del delineado de ojos luego de ver un video en YouTube donde fuiste testigo de la brujería.


 8. La idea de usar tacones para ir a un evento no te entusiasma demasiado

9. Por un momento piensas que los tacones no son tan malos. Te animas un poco, te arreglas para ir y descubres que los tacones no son tan malos: !hacen que tus piernas se vean más largas! Quizá deberías considerar usarlos más seguido.


 10. Espera, ¡ahora recuerdas por qué los odias!. A mitad del evento recuerdas que los odias por una simple razón, ¡son una tortura! Desearías cortar tus piernas. Seguramente dolería menos que aguantar tres horas más con ellos.


 11. En ese momento envidias a los hombres con sus Converse. Que pueden usar traje y sus Converse en ciertas ocasiones. Ése es tu sueño, honestamente.


12. Tu prenda favorita: ¡chaquetas modernas!. Cuando tus amigas te invitan a salir, definitivamente tu prenda favorita para usar es una chaqueta sobre tu muy querida camiseta y tus jeans, más tus zapatos que siempre combinan.

13. Tus amigas adoran los momentos cuando les permites vestirte y maquillarte. Es como la mañana de Navidad para ellas, pero en lugar de tener regalos, pueden ponerte vestidos, tacones y delineador.


  14. Tus amigas te convierten por un momento en Cenicienta. ¡Wow, te hacen lucir tan diferente! Quién hubiera pensado que guardabas esa cintura espectacular bajo esas camisetas holgadas. ¡Deberías usar eso más seguido!


15. Tu ropa bonita está en el fondo del closet. Sólo la sacas cuando es una ocasión especial. Una boda o un funeral, básicamente.


16. Lloraste cuando obtuviste tu primer  trabajo. Requería que te vistieras de manera “profesional” y, honestamente, ¿qué te podías poner si en tu closet sólo hay camisetas y jeans?


 17. Luego, encontraste la fórmula para renovar el concepto de lucir “profesional”. Descubriste que podías mezclar y combinar un montón de prendas para lucir “profesional” y ahora ya eres una experta en la técnica.


 18. Usas gafas porque son más cómodas que los lentes de contacto


19. Ir al gimnasio es en realidad una excusa para usar ropa deportiva. La razón porque lo haces es que al final del día sólo quieres usar tu cómoda ropa deportiva, la cual estuvo esperando todo el día en tu maleta.
 


http://www.okchicas.com/belleza/cosas-solo-mujeres-odian-arreglarse-entenderan/

lunes, 22 de junio de 2015

Moriré satisfecha

Y moriré satisfecha...
He realizado todo lo que deseo, aunque el mundo entero se oponga o lo critique.
He ayudado a quien mis posibilidades me permiten, sin esperar recompensas.
He amado incondicionalmente, sin buscar correspondencia.
He comido y probado de todos los sabores que podemos degustar los seres humanos.
He aprendido a respetarme para respetar a los demás.
He conocido las carencias y abundancias, y en cualquiera de ambos contextos pude ser feliz.
He encontrado el verdadero valor de las cosas que me ha dado la vida... Y la parte material no es una de ellas.
He sentido plenitud en mis experiencias de vida, sean buenas o malas.
He encontrado paz y tranquilidad que me permiten sensibilizarme con mi entorno.
He tenido en mis manos la responsabilidad de nuevas vidas, y aunque con errores lo estoy superando.
He conocido el éxito y saboreado sus delicias.
He conocido la derrota y aprendido a sacar lo mejor de mi a pensar de las dificultades.
He aprendido que la vida está llena de momentos que generan consecuencias según nuestros actos...y que si actuamos con amor los resultados siempre son positivos.



Melina

sábado, 20 de junio de 2015

A mi mujer infiel

Qué me has engañado dicen lo llorones. Que te acuestas con otros hombres, más altos, más fieros y guapos. Que te cogiste a un barco lleno de marinos, dicen ¡Y mira que gusto me da mujer! No puedo amar a alguien que simplemente no puede engañarme. ¿Cómo amar a alguien que actúa por obligación y no por decisión? ¿Cómo puedo amar a una maquina?
Si el esclavo es esclavo, es porque no le permiten tomar decisiones. El esclavo no es fiel, el esclavo no ama al amo. El esclavo se corroe y se castra a sí mismo, se rompe los dientes al ver a su amo; que con látigo en mano amedrenta hasta las ideas.
Yo no quiero una relación de esclavo y amo. Somos demasiado para eso mujer. Somos demasiado buenos para caer en esos juegos. Somos diferentes; somos amantes, no lactantes. No nos encontramos por ahí tirados y nos enganchamos por azares del destino. Nos elegimos entre los demás, luchamos por tomarnos de la mano en este puto huracán de gente simplona, industrias y horarios.
Que me has engañado dicen los guangos inseguros ¡A mí no me has engañado! No me debes nada y no tengo porque estar enterado de aquello que no quieres. Me da gusto que me hayas engañado, porque si regresas es que conoces de mundo, es porque quieres y no porque necesitas. Y para machistas pitochico ya hay de sobra. Y para golpeadores mariquitas ya están los boxeadores y futbolistas. Para impotentes de closet ya hay mucho político.
Mujer, si estoy contigo no es por tu fidelidad o tus detalles, por tu sinceridad o sensualidad. No quiero estar contigo porque me ofrezcas algo, como si del mercado se tratara. Esto no es compra-venta. No estamos en subasta. No somos contratistas. Deseo estar contigo porque deseo estar contigo.
En esto del amor no hay espacio para la administración, el intercambio, los horarios, los contratos, juramentos. En esto del amor solo hay espacio para las perversiones, la lujuria, el cariño, el sexo, los abrazos, los besos, las traiciones, castillos de arena, edificios al vacío, corazones en fuego, cuerpos en vela, miradas fugases, almas en pena, ideas en guerra.
Mujer, no eres poetisa, eres poesía.
Mujer, quiero que hagas lo que piensas y que tus ideas tengan repercusión en el mundo. Te me antojas desquiciada y soberbia, te me antojas rebelde y aguerrida, te me antojas anarquista y fuerte. Ruptura de líneas y renglones, creadora de letras y musa poesía. Mujer, de senos pequeños, cabellos largos e ideas perversas; te me antojas así, con el lado oscuro en carne vive, al rojo vivo. Con tinieblas y penumbras creando aristas cardiacopunzantes, cardiacocortantes, con la lengua afilada y los ojos láser. Te me antojas infiel y pasional; te me antojas viva y creadora.
Mujer, se infiel de pensamiento, palabra, obra y omisión. Mujer, vive lo que tengas que vivir.
Mujer, se para conmigo no más de lo que eres para contigo.
Mi amor no depende de tus acciones. Mi amor es mío y lo canalizo donde se me venga la gana. Solo yo soy responsable de lo que siento. Bastante me ha costado dominar este toro bronco que llevo por corazón, bastantes desamores infantiles y quiebres atómicos me ha llevado aprender que puedo amar. Poder. Un superpoder. Mío y de nadie más.
Que me has sido infiel, que risa. La única persona a quien debemos fidelidad es a nosotros mismos, lo demás son añadiduras infantiles de mentes débiles.

Orgullosamente UNAM
                                                                                               José De la Serna


jueves, 18 de junio de 2015

Misterios del Orgasmo Femenino

Las mujeres podemos llevar una vida sexual activa, tener un compañero sexual que nos agrada, nos complace, nos hace sentir vivas y disfrutar del sexo; también podemos tener una que otra experiencia no tan placentera o alguna que vale la pena mejor dejar en el olvido... Cuál sea el caso yo me pregunto: ¿nos conocemos realmente para lograr, en esas experiencias sexuales, llegar a un orgasmo? ¿sabemos identificar el momento justo donde vamos a lograrlo? ¿conocemos nuestro cuerpo y las partes sensibles que nos permiten sentir un orgasmo? o retomando lo básico, al menos ¿sabemos qué es un orgasmo?.  
En la época actual se considera que la vida sexual de la mujer tiene una libertad de expresión mayor, sin embargo, he conocido mujeres de mi generación que continúan arrastrando los tabúes y las costumbres femeninas adoptadas por sus abuelas, sus madres o las personas con quienes se permiten compartir dudas respecto a la sexualidad. No es pecado conocernos y saber disfrutar cada sensación que nuestro cuerpo refleja gracias a los estímulos externos que identifican los sentidos de los que estamos dotados.  Una mujer que se permite sentir, que se permite vivir esas sensaciones, que se deja ir ante dichas delicias puede experimentar eso a lo que se conoce como orgasmo, leamos un poco al respecto para saber lo lindo de esas experiencias:

El orgasmo femenino puede ser tan intenso como una marejada por todo el cuerpo o tan suave como una sutil vibración o sensación de placer en los genitales. Las mujeres que experimentan regularmente el orgasmo, perciben una diversidad de experiencias orgásmicas, desde pequeñas ondas de placer hasta una conmovedora explosión, mucho más parecida al patrón usual del orgasmo masculino. También puede sentirse como una prolongada y ondulante meseta de placer, muy distinto a la idea que podrías tener sobre un orgasmo.
Ante esta gran diversidad de sensaciones, muchas mujeres se preguntan si en realidad están experimentando un orgasmo. Tampoco es una novedad que para una cantidad significativa de mujeres puede ser difícil alcanzar el orgasmo, especialmente durante el coito.
Pero, ¿en qué consiste exactamente el orgasmo femenino?
Después de recibir una estimulación sexual placentera, que puede incluir besos y caricias por todas las zonas erógenas femeninas, se libera la tensión sexual acumulada y sobreviene el orgasmo. Las mujeres con frecuencia describen las sensaciones iniciales previas al orgasmo como un estado momentáneo de suspensión, tras el cual sigue una sensación placentera – que varía en intensidad – y suele comenzar en el clítoris hasta extenderse rápidamente por la pelvis.

La siguiente definición fue elaborada por la doctora Cindy Meston, quien junto a su equipo de investigación ha integrado disciplinas como la medicina, la neurofisiología y la psicología al estudio de la sexualidad:
“Un orgasmo en la mujer es una sensación sublime, fuera de lo común, cambiante y temporal de intenso placer que genera un estado alterado (expandido) de consciencia, usualmente acompañado por contracciones involuntarias y rítmicas de las musculatura pélvica que rodea la vagina. Con frecuencia ocurren de manera simultánea contracciones uterinas y en la zona anal, usualmente produciendo bienestar y alegría”.

Fisiológicamente, el orgasmo femenino consiste en contracciones simultáneas y rítmicas de los músculos del suelo pélvico, la vagina, el cérvix, el útero y el esfínter anal. Estas contracciones suelen comenzar unos 2 o 4 segundos después de la percepción psicológica del inicio del orgasmo. Las contracciones iniciales suelen ser intensas y muy seguidas (a intervalos de 0.8 segundos). Luego disminuyen en intensidad y duración a medida que prosigue el orgasmo, y suceden en intervalos menos regulares hasta detenerse del todo, cuando la descarga de energía orgásmica se ha completado.
El número y la intensidad de las contracciones varían entre las mujeres, y depende de la duración del orgasmo y de la fuerza de los músculos del piso pélvico. Según los sexólogos Masters y Johnson, un orgasmo moderado puede contener de tres a cinco contracciones, mientras que un orgasmo intenso puede tener entre diez y quince.

Durante el orgasmo femenino también ocurren los siguientes cambios corporales:
  •  Al inicio del orgasmo aumenta la presión sanguínea y se acelera tu respiración y ritmo cardíaco, lo que lleva oxígeno y nutrientes a los músculos y órganos.
  •  Disminuye la sensibilidad al dolor (por ejemplo, puedes resistir caricias más “agresivas”, como mordiscos y arañazos, así como penetraciones más vigorosas).
  •  Aumenta la sensibilidad al tacto (por ejemplo, puedes percibir más intensamente las caricias, por muy sutiles que sean, lo que aumenta la percepción del placer).
  •  Se contraen de manera involuntaria los músculos de tu cara, cuello, brazos y piernas.
  •  El rubor en el rostro, cuello y pecho alcanza su máxima intensidad durante el orgasmo.
El orgasmo femenino puede ocurrir por estimulación sexual de los senos, de los órganos genitales (clítoris, vagina, cuello uterino y útero), así como del recto y ano. Por ejemplo, el orgasmo puede ocurrir con sólo estimular el clítoris, pero también es posible que suceda al estimular la vagina o el cérvix, sin estimular el clítoris. También se han reportado casos de mujeres que pueden autoinducirse un orgasmo mediante el pensamiento, es decir, usando recuerdos y fantasías sexuales. Esto nos muestra las inmensas posibilidades que tiene toda mujer de experimentar este momento cumbre de su sexualidad.

Según los estudios del Dr. Barry Komisaruk – líder de numerosas investigaciones sobre el orgasmo femenino – cuando el orgasmo se produce por estimulación vaginal se suele experimentar una sensación profunda y agitada en todo el cuerpo, mientras que el que ocurre por estimulación cervical fue descrito por una mujer como una “lluvia de estrellas”. Por su parte, el orgasmo por estimulación del clítoris está más centrado es esta zona del cuerpo. Cuando el orgasmo se produce por estimulación simultánea de distintas áreas, esto tiene un efecto aditivo y el orgasmo resultante también presenta una combinación de sensaciones, y se pudiera experimentar un orgasmo más intenso y placentero que cuando sólo se estimula una zona. Un ejemplo de esto sería aquel orgasmo que es generado por estimulación de la vagina y el cérvix con el pene, mientras que a la vez se estimula el clítoris y los senos. Esto se debe a que varios nervios en la región pélvica han sido estimulados, entre otros, el nervio púbico y el nervio hipogástrico.
El orgasmo masculino se transforma en un reflejo automático e imposible de reprimir, cuando el hombre llega al punto de inevitabilidad eyaculatoria. Por el contrario, aunque el orgasmo femenino haya comenzado, se puede detener (inhibir) por completo, si se interrumpe la estimulación que lo generó, por ejemplo, un tipo de movimiento, caricia o postura en particular. Por eso, es muy importante que la pareja continúe con el mismo tipo de estimulación, una vez el orgasmo femenino haya comenzado.

En el año 1976, la sexóloga de origen estadounidense Shere Hite dio a conocer el "Informe Hite sobre la sexualidad femenina". Ella trabajo en pro del movimiento feminista y resaltó la importancia del placer femenino durante el encuentro sexual. Antes de su investigación, muy poco se hablaba del orgasmo y de la satisfacción sexual de la mujer.
A continuación encontrarás algunas descripciones del orgasmo, tal como lo mencionaron distintas mujeres en el "Informe Hite sobre la sexualidad femenina":
“Primeramente, la tensión, en mi cuerpo, y en la cabeza, va aumentando. Mi corazón late, luego me estrecho contra mi amante, y hay uno o dos segundos de absoluta inmovilidad, conteniendo el aliento. Entonces, sé que el orgasmo aparecerá en uno o dos segundos. Después, vienen las oleadas… Eso ocurre en todo mi cuerpo, pero, especialmente, en mi abdomen y vientre. Finalmente, me siento invadida de calor y de amor, y felicidad absoluta”.

”Yo no experimento orgasmos como los que se describen en los libros (nada de “disparos ascendentes”, de una total relajación, etc.). Los míos se inician con un difuso “bienestar”, fuertemente genital, pero generalizado en mi cuerpo. Esta sensación va centrándose más y más genitalmente, y puedo predecir la calidad del clímax. Si está demasiado centrado, no es un orgasmo tan bueno. Los mejores parecen afectar todo mi cuerpo…”.

“Mis pensamientos tienden a centrarse en mi misma: me muevo y adopto posturas convenientes, para poder sentir la mayor estimulación. Noto una latente sensibilidad en la zona de mi vagina. Siento alguna ansiedad por si puedo llegar al clímax o no, y mi atención se centra completamente en el acto sexual, con el deseo de no “quedarme en la estacada”. Después hay una actividad muscular convulsiva, que se queda en cadencia rítmica, como en oleadas y que dura de cuatro a cinco segundos. Después, generalmente siento una profunda relajación muscular y, con frecuencia, siento una gran ternura hacia mi compañero”.

“Para empezar, hay un calor y placer crecientes, que se concentran en mi clítoris y genitales. Luego, noto un placer penetrante localizado, una sensación de inevitabilidad que va aumentando, como una explosión ascendente de penetrante placer, que comienza con el clítoris, irradiando toda la ingle. Sólo dura un minuto… A continuación, noto algunos temblores, unos estremecimientos progresivamente más débiles, un cierto calor residual. Estoy casi sin aliento… Entonces descanso”. 

El orgasmo femenino puede ser también una experiencia de placer sublime. Así lo expresa hermosamente la poeta uruguaya Patricia Ortiz:

Envuelta en gemidos
incitada por el placer carnal
en un brillante estallido de amor y goce
el alma se separó de mí por un instante
arrastrando todo a su paso incluso,
algunas lágrimas…

http://sexo.about.com
Fuentes:
Hite, Shere (1976). The Hite Report on Female Sexuality.
Komisaruk, B.R., Beyer-Flores, C. y Whipple, B. (2006). The science of orgasm .
Masters, W.H., Johnson, V.E. y Kolodny, R.C. (1987). La sexualidad humana. Tomo 1.
Meston, C.M., Levin, R.J., Sipski, M.L., Hull, E.M. y Heiman, J.R “Women’s orgasm”Annual Review of Sex Research , 2004, 15: 173-257.